sábado, 28 de marzo de 2020

Las Tentaciones de Cristo en el Desierto (IV) Tercera Tentación



También enseñaban los doctores que, cuando viniese el Mesías, Israel había de conquistar el imperio del mundo. Y el tentador aprovecha esta creencia para ensayar su tercer asalto. Esta vez toma a Jesús consigo, le traslada a la cima de un monte muy alto, y le hace contemplar en un momento todo el poderío y magnificencia del mundo. Y a aquella súbita fantasmagoría acompañaron estas palabras:
–Todo esto es mío y se lo daré a quien quiera; es tuyo si me adoras postrado en tierra.
El demonio es el padre de la mentira; por eso promete lo que en realidad no puede dar. Todas esas perspectivas que presenta a los ojos de Cristo se las dará sin tardar el Padre y con creces: los milagros, la multiplicación de los panes y el dominio del mundo.
En otro monte cercano al monte de la tentación, si, como se cree, estaba en el desierto de Judá, dirá Jesús tres años más tarde, en el momento de ir a tomar posesión de su reino: “Todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra”. Esta última vez el demonio jugaba su última carta. Ya no se detiene siquiera a pensar que aquel solitario inquietante puede ser el Hijo de Dios. Tal vez le ciega su doble derrota, pues hay que reconocer que, a pesar de la palabra ambigua que emplea, y que puede significar lo mismo homenaje que adoración, su proposición es brutal y poco diplomática. El Salvador la rechaza, indignado, con la profesión solemne del monoteísmo hebreo que se rezaba en la primera parte de la Shema:
–Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él sólo servirás.
Y añade, para cortar un nuevo conato de ataque: “Vete de aquí, Satanás”.

Tras las tentaciones, El demonio se retiró vencido, pero no desmayado. Se retiró por un tiempo, dice el evangelista, y, mientras tanto, seguirá tejiendo su plan de venganza, hasta que llegue su hora, la hora de las tinieblas. Se retiró él; pero Jesús no estaba solo: los ángeles le rodeaban, le felicitaban y le servían. Era el premio del Padre a su aceptación generosa del plan de la redención.

Textos de la "Vida de Jesús" de Fray Justo Pérez de Urbel

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