El Señor es mi pastor,
nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
A VECES NO TENEMOS TIEMPO PARA LA REFLEXION...,DEJAD LA INEXPERIENCIA Y VIVIREIS,SEGUID EL CAMINO DE LA PRUDENCIA.NO SEAIS INSENSATOS SINO SENSATOS,USAD LAS DOS CAPACIDADES MAS GRANDES DE NUESTRO ESPIRITU: LA DE AMAR Y LA DE RAZONAR.
viernes, 17 de noviembre de 2006
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Amigo:
ResponderEliminarDe a poco voy aprendiendio a confiar en mi pastor. Al principio me costaba mucho, pero a medida que pasa el tiempo y voy viendo que cada cosa que pongo en sus manos se resuelve de la mejor forma voy aprendiendo a confiar en mi pastor.
perdona, Dimas, pero he cambiado la foto porque era muy grande y se comía el artículo. frid
ResponderEliminarQué refrigerio!
ResponderEliminarEl Señor es mi pastor: nada me faltará! Es mi alegría y mi esperanza.
Sabés por qué las dos herramientas? Una vez aprendí que la vara, corrige, y el cayado, curvo, auxilia...Te saca de los pozos, los accidentes del camino, eso que como ovejitas nos cuesta distinguir como lugar inseguro.
Querido Dimas: declaro sobre tu maravillosa vida que "NADA TE FALTARÁ!".
Ni a vos ni a tu familia! Amén...
Lindo salmo. En uno de mis blogs escribí algo al respecto de este salmo. Bendiciones.
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