La procesión del Corpus hace presente a Cristo por los pueblos y las
ciudades del mundo. Pero esa presencia, repito, no debe ser cosa de un
día, ruido que se escucha y se olvida. Ese pasar de Jesús nos trae a la
memoria que debemos descubrirlo también en nuestro quehacer ordinario.(San Josemaria Escrivá)
No encuentro en mi palabras con las que descrivir la grandeza de este milagro,mediante el que Jesus, vuelve al lugar de donde procede sin dejar de morar en nuestro sagrarios.Es un misterio absoluto, no se puede comprender humanamente, solo fiarse de El, de su palabra . Postrarse ante su grandeza y decir pausadamente "Adorote Devote Latens Deitas" "Te adoro con devocion Dios escondido" y seguir con Santo Tomas recitando " Oculto bajo las apriencias del Pan y del Vino, a Ti se somete mi corazon por completo"
Os dejo con esta joya de himno eucaristico, el Panis Angelicus es uno de los cinco himnos escritos por Santo Tomás de Aquino para la Fiesta de Corpus Christi como parte de la liturgia completa de la Fiesta, incluyendo oraciones para la Misa y la Liturgia de las Horas. Realmente son las dos últimas estrofas de las siete de las que se compone el himno Sacris Solemniis, que extraídas del conjunto se cantan como antífona. Los otros cuatro himnos escritos por Santo Tomás son O Salutaris Hostia (Verbum Supernum Prodiens), Adoro te devote, Pange lingua y Tantum Ergo (en realidad las dos últimas estrofas del Pange Lingua).
Latín
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Castellano
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Panis angelicus
fit panis hominum;
Dat panis coelicus
figuris terminum:
O res mirabilis!
manducat Dominum
Pauper, servus, et humilis.
Te trina Deitas
unaque poscimus:
Sic nos tu visita,
sicut te colimus;
Per tuas semitas
duc nos quo tendimus,
Ad lucem quam inhabitas.
Amen.
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El pan angelical
se convierte en pan de los
hombres;
El pan del cielo
acaba con los malos
presagios:
¡Oh, cosa admirable!
Los pobres, los siervos y los
humildes
se alimentan del Señor.
Te rogamos,
Dios, uno en tres,
que así vengas a nosotros,
como a ti te damos culto.
Por tus caminos
guíanos adonde anhelamos,
A la luz en la que moras.
Amén.
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