viernes, 27 de octubre de 2006

Claridad de ideas

Si por un instante nos paramos a pensar y nos constituimos en observadores objetivos de la realidad, podremos llegar a descubrir, que la labor de “educación” y “culturización” a la que se refería Mao, avanza como un río caudaloso, lenta pero segura. Abarca no solo la prensa, el cine la TV, el video, la novela, la música y hasta las lecturas infantiles. Lo que se pretende es un cambio en las ideas, en los criterios morales, en la vivencia religiosa. Esta última se relega al ámbito de lo individual es decir algo que está bien en el plano de la realidad individual, pero que estorba en lo social.

“Urge difundir la luz de la doctrina de Cristo. Atesora la formación, llénate de claridad de ideas, de plenitud del mensaje cristiano, para poder después trasmitirlo a los demás.

No esperes unas iluminaciones de Dios, que no tiene por qué darte, cuando dispones de medios humanos concretos: el estudio, el trabajo”.

(San Josemaría Escrivá, Forja 214)

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