viernes, 30 de noviembre de 2012

Johann Sebastian Bach Cantatas BWV 1,61,62,132 (Para Adviento y Navidad)








Aunque el primer acontecimiento del año litúrgico es el nacimiento de Cristo, las iglesias comienzan el año cuatro domingos antes, con un periodo de preparación llamado Adviento. El año litúrgico empieza así en el momento en el que los días son más cortos, cuando la dialéctica entre luz y oscuridad parece menos favorable para el hombre. No es casual que la Iglesia Antigua situara la Llegada del Mesías en el solsticio de invierno, una fecha que el hombre lleva celebrando desde la prehistoria, la noche en la que el sol sale por primera vez un poco antes que el día anterior, rompiendo una tendencia que parecía llevar a la noche eterna. Ave, Sol Invictus, lo saludaban los antiguos latinos en esa fecha. El solsticio de invierno supone para el hombre, como mínimo desde el Neolítico, la llegada de una nueva esperanza. Y el año litúrgico aprovecha la memoria de la especie para celebrar el inicio de la historia de la salvación.


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