Buenos días mis queridos amigos y también a todos aquellos
que circunstancialmente pasáis por este blog donde cada vez más de cuando en cuando,
afloran los pensamientos de alguien que cual “viator” busca el sentido de una
vida que es la consecuencia de una voluntad superior y de un amor entre dos
personas a las que la “hermana muerte “separó hace una eternidad. Acabo de leer
la lectura del Evangelio correspondiente a este 4º domingo de Cuaresma y
encuentro en la palabra esos destellos de luz
con los que Jesucristo nos va indicando que no hay otro camino para
llegar a gozar de esa plenitud de vida que, tal vez en esta fase terrenal a muchos les ha sido
negada por el egoísmo que encierra el hombre en si mismo, no hay otro camino
que Él mismo. Luz, verdad, vida; Él, la luz vino al mundo pero los hombres
prefirieron la tiniebla a la luz. Cien mil abortos anuales en España, empresas
que cierran dejando al descubierto a sus acreedores, sin trabajo a sus
empleados y luego usando trampas que la legalidad permite, abren con otra razón
social. Pobres, vagabundos, deseredados a los que juzgamos nada mas verlos
porque viven en la indigencia con el único argumento de nuestra necia
suficiencia. Familias que rompen sus relaciones por un “quítame de ahí esas
prendas” sin considerar tan siquiera que el amor que se da a cambio de nada es
lo único que colma la felicidad. Vino la luz al mundo y el hombre prefirió las
tinieblas.Con la llegada de la Edad
Moderna , los hombres hemos ido dominando cada véz mas el mundo, y disponemos
las cosas a la medidad de nuestros deseosa;pero estos adelantos en el dominio
de las cosas, y en el conocimiento de lo que podemos hacer con ellas, han
encogido a la vez nuestra sensibilidad de tal manera, que nuestro universo se
ha tornado unidimensional. Estamos dominados por nuestras cosas, por todos los
objetos que alcanzan nuestras manos, y que nos sirven para producir otros
objetos. En el fondo no vemos otra cosa que nuestra propia imagen y estamos
incapacitados para oir la voz profunda que desde la Creación nnos habla de la
bobdad y belleza de Dios”.(Cardenal Joseph Ratzinger 19- 03-1992)Y vino la luz al mundo y el hombre prefirió las
tinieblas.Solo Dios puede saciar al hombre, estamos hechos de tal forma , que
las cosas finitas nos dejan siempre insatisfaechos, porque necesitamos mucho
mas , necesitamos el Amor inagotable, la Verdad y la Belleza ilimitadas.
Sirvan estos pensamientos un tanto indiscretos como homenaje
al gran olvidado “San José” Sponsum
Beatae Mariae Vírginis.
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