miércoles, 9 de junio de 2010

Las confesiones del Papa

Durante la conferencia de prensa en pleno vuelo a Lisboa, Benedicto XVI habló de la mayor persecución a la Iglesia.
Benedicto XVI realizó en Portugal su 15º viaje pastoral fuera de Italia. Después de cada una de las visitas apostólicas de este Papa a los diversos países, la imagen del Pontífice ha quedado reforzada. Entre los nubarrones de la crisis mediática de la Iglesia, provocada por los escándalos de abusos por parte de sacerdotes, ahora “conquistó” a … los propios periodistas.
Este viaje apostólico (del 11 al 14 de mayo pasados) inició con la tradicional conferencia de prensa en el avión, camino hacia Lisboa. Le preguntaron al Papa por el “tercer secreto” de Fátima, y el Santo Padre dio una respuesta bastante inesperada, por lo fuerte de sus palabras, por lo profundo de la autocrítica por parte de la cabeza de la Iglesia.
Explicó que esa revelación privada ya se cumplió, pero que su mensaje de penitencia sigue siendo actual: “se habla, se ve la necesidad de una pasión de la Iglesia, que naturalmente se refleja en la persona del Papa, pero el Papa está por la Iglesia y, por tanto, son sufrimientos de la Iglesia los que se anuncian”.
Y explicó que estos sufrimientos tan fuertes son provocados por la Iglesia misma: “La novedad que podemos descubrir hoy en este mensaje reside en el hecho de que los ataques al Papa y a la Iglesia no sólo vienen de fuera, sino que los sufrimientos de la Iglesia proceden precisamente de dentro de la Iglesia, del pecado que hay en la Iglesia”. 
A continuación, el Sucesor de Pedro dio un mensaje escalofriante...

1 comentario:

  1. Da igual que el Papa conquiste a los periodistas, que reconozca la verdad de lo que ha acontecido en el seno de la Iglesia, que entone el "mea culpa"..., se sigue criticando a la Iglesia y a Benedicto XVI con más saña que nunca. Hace unas semanas leía en un blog de alguien que, en teoría, es católico un "post" titulado: "El Papa es un delincuente". Te aseguro que he leído cosas mucho peores. Hay un anticlericalismo atroz y la Iglesia parece ser el enemigo a combatir.

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