martes, 5 de enero de 2010

Mi noche de Reyes

No comparto con Jesus todo el tiempo que Él se merece.Vivo esclavo de un activismo acorde con el tiempo en que vivimos, donde el tiempo que no se traduce en hechos concretos- aunque ello suponga hacer el vago delante de un televisor de x" pulgadas ejercitando el pulgar de forma compulsiva- pero esta tarde ha sido diferente, despues de un día de activismo- comprar,tener,obtener,hacer- se me ha pasado por la mente acercarme a mi parroquia y entrando en ella, postrarme de rodillas ante la gruta de Belén, que como buenos franciscanos, han sabido representar la pobreza, la humildad y el señorío. No se si he permanecido así segundos o minutos, lo que si que sé es que en la soledad de mi ser, en mi fragilidad , el Divino Niño, me ha hecho el mejor regalo que mortal alguno podría recivir, afectos, afectos que partian de un pesebre, de la mas humillante pobreza que nos podemos imaginar y que sin embargo no quiso Dios cambiarla por las joyas y el armiño de la terrenal realeza. Unas incipientes lágrimas an aparecido en mis ojos y entonces mi corazón ha entonado el Salmo ocho "que es el hombre Señor para que te fijes en él, el mortal para que de él te preocupes" y el me ha respondido "la criatura que mas amo y que vosotros estais heciendo perder la dignidad y la grandeza con que ha sido creado. De mi corazón oculto tras mi verguenza, ha partido la respuesta cce ego quia vocasti me, me has llamado y aquí estoy. Estoy decidido a que no pase el tiempo como pasa el agua sobre las piedras, sin dejar rastro. Me dejaré empapar, transformar; me convertiré, me dirigiré de nuevo al Señor, queriéndole como El desea ser querido. Pero sabiendo que volvere a caer una y mil veces mas y una y mil veces mas volvere a comenzar con la ayuda de la Sagrada Família.

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