martes, 18 de diciembre de 2007

Herodes de nuevo


Cartas tomadas del semarario Alfa y Omega

La lacra del aborto


El filósofo Julián Marías, preguntado sobre qué era, en su opinión, el hecho más grave sucedido a la Humanidad en el pasado siglo XX, dio una respuesta, en apariencia, sorprendente. No habló de las guerras mundiales, del genocidio nazi, de los totalitarismos marxistas o del hambre en el tercer mundo. Para él, el hecho más grave ha sido lo que denominó como «aceptación social del aborto», que supone, en su opinión, «el máximo desprecio de la vida humana en toda la historia conocida y, a la vez, la negación de la condición de persona». Ése es el gran fracaso de nuestra Humanidad, no que abortemos movidos por razones egoístas, cobardes o mercantilistas, sino que hayamos aceptado socialmente el aborto como algo que no choca en nuestra conciencia. Aceptado este hecho social, las consecuencias son imparables: da igual que el feto sea de una, dos, seis, veinte semanas, viable o no. La única medida que conoce la persona de hoy es su propia conveniencia, no hay más moral que la suya propia, relativa y acomodaticia.
Julio Hernández Polo
Sevilla

Sociedad irresponsable

Recibimos con espanto y dolor la noticia de las matanzas de los niños en las clínicas del doctor Morín. Espanto porque, en nuestra sociedad, tienen cabida las crueldades más atroces a cambio de pagar un precio justo por ello. Espanto por la existencia de personas que se llenan los bolsillos a costa del dolor de las mujeres a las que esta sociedad ombliguista les ofrece el aborto como única salida, enseñándoles que su hijo es su enemigo y tiene que deshacerse de él. Y espanto, en definitiva, por las montañas de seres indefensos exterminados a los que no se les ofrece ni siquiera la oportunidad de defenderse. No descarguemos la responsabilidad exclusivamente en las madres. Parte de la responsabilidad está en la sociedad, que expulsa de su seno lo que no sirve, lo que no rinde, lo que cuesta esfuerzo.
Junta directiva de Pro Vida Sevilla
Sevilla
En este mismo sentido hemos recibido centenares de cartas
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1 comentario:

  1. Anónimo5:53 p. m.

    Algun dia pagaremos nuestra inconsciente suficiencia

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