viernes, 9 de febrero de 2024

Salmos Penitenciales: Misericordia Señor,Misericordia.


Bueno es celebrar al Señor,
cantar a tu nombre ,oh altísimo,
y publicar tu bondad por la mañana,
tu fidelidad a lo largo de las noches,
al son del salterio de diez cuerdas y la lira,
y una canción al arpa,
(del Salmo 92)
Vivimos en una época en la que son evidentes los signos del laicismo, sin embargo y a pesar de un ambiente tan, significativamente adverso, parece que hay un renacer del sentido religioso, en contra de quienes , desde la época de la ilustración, anunciaban la desaparición de las religiones.
El hombre es por naturaleza un ser religioso"El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar.(CEC nº 27).
El hombre, en esta búsqueda, se dirige a Dios mediante la oración que, Santo Tomas de Aquino -uno de los mas grandes teólogos de la historia- define como "la expresión del deseo que el hombre tiene e Dios" y es en este contexto de búsqueda , donde ,a modo de brújula, que nos indica el norte, se hacen presentes los Salmos. 
El Salterio, que es como también se llama al libro de los Salmos - llamado así por el instrumento de cuerdas con que se acompañaba su canto- se presenta como un ramillete de 150 salmos de profundo sentido religioso.
La espiritualidad de los Salmos es como el perfume que emana de la historia de Israel y la expresión más pura de los sentimientos de Dios y del hombre.
Hay salmos que son himnos de alabanza, otros son cánticos de acción de gracias,o súplicas, lamentaciones, meditaciones, e incluso cánticos de alabanza a Sión (Jerusalén),himnos al Dios único, litúrgicos, plegarias diversas y salmos penitenciales ,que son los que ahora nos conciernen.
Son  siete  los que se conocen como Salmos penitenciales o salmos de confesión. En ellos, el hombre se lamenta ante Dios por sus pecados y pide perdón confiando en la misericordia divina, se recitan en las celebraciones penitenciales y se aplican también en los oficios de difuntos.
Originalmente el nombre de salmo penitencial fue dado por la Iglesia primitiva al salmo 50, el Miserere, que era recitado al final del servicio matutino. A comienzos del siglo V, San Agustín (quien los rezaba aún en su lecho de muerte) aplicó el nombre de "Salmos penitenciales" a cuatro de ellos. 
En la Exposítio Psalmórum del escritor Casiodoro Senador (siglo VI), aparece la lista actual. Desde Inocencio III (quien ordenó su rezo durante la Cuaresma), se mandó rezar los Siete Salmos para combatir los siete pecados capitales, alcanzar las siete virtudes (las tres teologales y las cuatro cardinales) y restaurar los siete dones del Espíritu Santo que nos fueron comunicados en el Bautismo.
según la edición de la biblia los salmos serian los números 6, 32, 38, 51, 102, 130 y 143 en la conocida como Septuaginta y  los números  6, 31, 37, 50, 101, 129 y 142 en la Vulgata.
Para terminar os dejo con el consejo que nos dan sobre la oración con los Salmos el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco.
Los Salmos se sintetizan la suplica y la lamentación, en la súplica, el que ora se lamenta y describe su situación de angustia, de peligro, de desolación y como en estos siete salmos, confiesa su culpa, su pecado, pidiendo ser perdonado( Benedicto XVI).
Los salmos nos resultan cercanos porque son oraciones surgidas del corazón en momentos culminantes de la vida. Pueden ser súplicas desgarradas o alabanzas exultantes, llenas de alegría y gratitud. Pero en todos ellos late, tras la voz que pronuncia los versos, una confianza profunda: la certeza de que son palabras dirigidas a un Dios que escucha (Francisco).


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