“Como
dijo Juan Pablo II y también Benedicto XVI, el mundo hoy necesita
muchos testigos. No tanto maestros, sino testigos. No hablar mucho, sino
hablar con toda al vida: la coherencia de vida, ¡precisamente la
coherencia de vida!”.(S.S. Francisco)
La define el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, como actitud logica y consecuente con una posicion anterior ¿ puede un cristiano considerar como lógica su participación en eventos relacionados con la llamada fiesta de Halloween? desde un punto de vista basado en la coherencia y haciendo uso de una de las capacidades mas hermosas de las que Dios a dotado al ser humano, es decir, haciendo uso de la razón, yo afirmo con rotundidad que no es logica.
La fiesta
de Halloween se celebra en la madrugada del día 31 de octubre porque en esa
noche los celtas rendían culto al dios de la muerte y de las tinieblas con
sacrificios animales y humanos.
"No es una fiesta inocente porque es la noche del año
nuevo para los brujos. Doreen Irving, una bruja posteriormente convertida al
cristianismo alertó a los padres sobre esta fiesta donde incluso los
sacrificios de niños formaban parte del ritual festivo", indican estas
mismas fuentes.
La fiesta de Halloween se remonta a unos 300 años antes de
Cristo. Muchos siglos después, su celebración ya modernizada pasó de Irlanda a
EEUU a través de la gran ola de emigrantes irlandeses a Norteamérica en el
siglo XIX.
"Ha sido el cine americano el que lo ha extendido por
el mundo y, por lo tanto, también a nuestro país. Por esta influencia, desde
hace unos años se va expandiendo cada vez más, sin saber muy bien qué se
celebra".
Los cristianos el día uno de noviembre celebramos la festividad de todos aquellos que, confiando en la misericordia de Dios y no rechazandola, gozan de la eterna alegría en el Cielo, algunos de ellos han sido canonizados y tienen su fiesta liturgica, el resto tienen su celebración ese día.
Al dia siguiente, es decir el dos de noviembre, celebramos el día de difuntos, en ese día honramos a los fieles difuntos, nuestros cementerios y nuestro corazón se llenan de la memoria de aquellos que nos precedieron en el signo de la fe y duermen el sueño de la paz, porque nuestros cementerios,no son otra cosa que una suma de monumentos a aquellos que vivieron luchando día a día por llevar adelante su existencia en este mundo terrenal.La conmemoración litúrgica de los fieles difuntos es complementaria de
la solemnidad de Todos los Santos. Nuestro destino, una vez atravesados
con y por la gracia de Dios los caminos de la santidad, es el cielo, la
vida para siempre. Y su inexcusable puerta es la desaparición física y
terrena, la muerte.
No hagamos de la muerte una vanalididad, no seamos como los epicureos cuando afirmaban "comamos y bebamos que mañana moriremos". La muerte es dolorosa, sí, pero ya no es final del camino. No vivimos
para morir, sino que la muerte es la llave de la vida eterna, el clamor
más profundo y definitivo del hombre de todas las épocas, que lleva en
lo más profundo de su corazón el anhelo de la inmortalidad.
Como cristianos tenemos el deber y la obligación de enseñar a nuestros hijos la cultura cristiana de la muerte, llevarlos a los cementerios, hablarles del paraiso, porque la vida no termina, se transforma. Flaco favor hacemos a las generaciones que nos siguen si no cumplimos con este deber.
Estoy completamente de acuerdo contigo, en mi casa no se celebra, ni se celebrará nunca el Halloween, me parece una terrible imposición de celebrar algo que un buen cristiano no debería hacer, pero es lo que hay. Muchas gracias por contarnos la historia. Un abrazo
ResponderEliminarrGracias amigo,cuando hablo del daño que hace halloween me tachan de intransigentw,me alegra sentir un poco de aliento.
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