sábado, 27 de diciembre de 2008

Verdades Eternas

Las verdades son eternas, por eso permanecen. Las mentiras tienen límite y su fin último es desaparecer al contraste con la verdad. Siempre he sido un gran admirador de aquellos que propagan la verdad y entre ellos hay alguien que aunque ya no disfrutamos su presencia material, sigue siendo para mí un referente, se trata de D. Julián Marías así ,para llegar a donde quiero llegar, comenzare con palabras suyas:
“Hay un hecho histórico de tal alcance, que su examen resulta sobrecogedor. En muchos lugares, en largas épocas, se han aceptado y han parecido bien muchas actitudes y disposiciones que parecen simplemente monstruosas. He recordado muchas veces la esclavitud, la tortura judicial, la persecución de los disidentes religiosos, los procesos de bujería. Todo era aceptado, legislado, incluido en leyes y códigos, puestos en práctica por autoridades políticas o eclesiásticas, por jueces y, médicos.
Nuestra época no está libre de situaciones semejantes, que son aprobadas, defendidas, e impuestas por grupos que pueden ser amplios y poderosos. Confió en que dentro de algún tiempo se vean como vergonzosas caídas en lo inaceptable”. (Pensar en la Democracia 3ª de ABC 26 de noviembre de 1986)
Mucho juego da esta introducción, de ella pueden colgar cientos de situaciones actuales, pero a la que yo quiero referirme, es al atentado, a la eliminación sistemática del ser más precioso de la creación “el hombre” por medio del aborto. 45.000.000 de abortos se han efectuado tan solo en EEUU. Al libertinaje , a la perdida de los conceptos, a la cosificación del hombre.
Hace bastantes años, vivía yo por aquel entonces en la granadina localidad de Maracena, leía en un periódico local que las mujeres españolas ya no tenían miedo al aborto y a renglón seguido inundaba el artículo con estadísticas. Recuerdo que en aquel entonces, me vino a la memoria un salmo que suelo repetir cuando ya de anochecida, paseo por las riberas del Ebro, en el que a diferencia de la presunción orgullosa de algunos que pretenden encontrar en el escenario del mundo un súper hombre-mujer rival de Dios, el humilde pastor David, con la inocencia de un niño, se admira y lo bendice por haber hecho al hombre tan grande:
“…cuando veo los cielos, hechura de tus manos, la luna y las estrellas que pusiste, ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de el…”(salmo 8).
Aborto, homosexualidad, sexualidad sin límites –pero eso sí, con mucho coco- pobre Aristoteles, tantos desvelos para llegar a desarrollar conceptos tales como, persona y naturaleza. ¿Dónde han ido a parar los esfuerzos de aquellos que gastaron su vida en transmitirnos que un acto se considera natural cuando está en armonía con la esencia del hombre, con su ser tal y como ha sido concebido por el Creador y que en la pérdida del concepto metafísico de naturaleza están las causas de la crisis moral que nos atenaza?.
Como envidio la sencillez de David, de aquel pastorcillo que pasaba las noches al raso gozando de la hermosura de lo creado en su estado puro, el encontró en la belleza, en la sencillez , en la inocencia, su respuesta a su pregunta sobre el hombre:
“…Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y de dignidad, le diste el dominio sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies…”.
No quiero hacerme mas extenso y finalizo aquí estos pensamientos “un tanto indiscretos” y dejo el turno a los demás. ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

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