domingo, 26 de enero de 2014

Alvaro del Portillo y el Opus Dei



Ya hay fecha para la beatificacion de Mons.Alvaro del Portillo , será el próximo 29 de septiembre en Madrid. Tras 20 años de pertenecia al Opus Dei, me encuentro cada día con que, en el ambiente en que me desenvuelvo y en la sociedad en general , hay un profundo desconocimiento de la realidad de esta Prelatura Personal  que es la Obra de Dios. Hay personas que se refieren a mi diciendo que soy muy religioso y solo por el hecho de que hago oración , asisto a la Santa Misa y una vez al año realizo un curso de retiro y asisto a medios de formacion cristiana , pero en palabras del fundador , San Josemariaescriva "Nada distingue a mis hijos de sus conciudadanos . En cambio, fuera de la FE,nada tienen en común con las asociaciones religiosas" nada ha inventado el Opus Dei en lo que se refiere al alimento espiritual del alma. Cada miembro de la obra, lucha cada día por vivir en consonancia con la Revelación, la Tradición y el Magiserio de la Iglesia, es decir como un hijo de la Iglesia Católica, de la Iglesia que fundó Jesucristo y que viven en el mundo desarrollando su trabajo profesional y haciendo de ese trabajo el quicio de su santificación, participando con el resto de sus conciudadanos en hacer este mundo mas humano y mas justo. 
Aprovechando la noticia de la beatificación de Mons.Álvaro del Portillo, os dejo unos enlaces donde podreis conocer un poco mas esta realidad santificante que es el Opus Dei. Sé que de antemano  habra muchas personas con perjuicios y, quizas con motivos personales, para juzgar de antemano y de forma negativa a la Obra , lo comprendo y lo disculpo pues por encima de todo esta la conciencia y la libertad personal. Tambien quiero dejar claro que este blog y todo lo que en el se escribe es iniciativa y responsabilidad del autor.




lunes, 20 de enero de 2014

El Cura de Ars y el sacramento de la confesion





Hoy en dia , revisar la propia conducta con la intención de rectificar, parece algo fuera de lugara muy pocos parecen revisar la propia conducta con intencion de rectificar. Se saltan la disciplina de partido, pero no se deja el escaño. Se forma parte de una trama de corrupción pero no se dimite del cargo. Por eso, me parece adecuado y coherente , exponer el texto que sigue sobre el Cura de Ars y el ministerio de la confesión.

«La vida de Juan María Vianney transcurrió en el confesonario». Decía el abate Alfred Monnin, que estuvo con el Cura de Ars durante más de cinco años y que luego sería su biógrafo. Algunos aspectos distintivos de la cura de almas, tejida por el santo patrono de los párrocos en la sombra discreta en que se celebra el sacramento de la penitencia, los ha delineado recientemente Philippe Caratgé, moderador de la sociedad sacerdotal San Juan María Vianney, en una relación al congreso internacional que se celebró en Ars a finales de enero, cuyas actas se publicarán próximamente.
Para el Cura de Ars –se deduce de sus lecciones de catecismo– una buena confesión ha de ser humilde, sencilla, prudente y total. Hay que «evitar todas esas acusaciones inútiles, todos esos escrúpulos que hacen repetir cien veces lo mismo, que le hacen perder tiempo al confesor y ponen nerviosos a los que están esperando para confesarse». Hay que «confesar lo que es incierto como incierto, y lo que es cierto como cierto». Lo esencial es «evitar toda simulación: que vuestro corazón esté en vuestro labios. Podéis engañar a vuestro confesor, pero acordaros de que nunca engañaréis a Dios, que ve y conoce vuestros pecados mejor que vosotros». Él mismo pasaba poco tiempo con los que iban a arrodillarse ante su confesonario, para que hubiera tiempo para todos. Confesiones breves, pocas palabras. Y, sin embargo, todos los penitentes se sentían objeto de interés y solicitud especial, de una dedicación siempre atenta a aprovechar cualquier mínima apertura a la acción del Espíritu, que «como un jardinero no acaba nunca de trabajar la tierra» (Caratgé), también las de los corazones más endurecidos. «Para mí», dice san Juan María respecto a la reparación que se ha de pedir a los penitentes, «le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores una penitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos». Lo importante, dice el Cura de Ars, es tener por lo menos un poco de contrición de los pecados propios . Con una contrición perfecta somos perdonados «incluso antes de recibir la absolución». Por tanto «hay que dedicar más tiempo a pedir la contrición que a examinar los pecados ».
Para el Cura de Ars, la confesión es el don inimaginable que Dios saca por sorpresa para salvar a sus hijos en peligro: «Hijos míos, no se puede comprender la bondad que ha tenido Dios para instituir este gran sacramento. Si hubiéramos tenido una gracia que pedir a Nuestro Señor, nunca se nos habría ocurrido pedirle esta. Pero él ha previsto nuestra fragilidad y nuestra inconstancia en el bien, y su amor le ha llevado a hacer lo que nosotros no nos habríamos atrevido a pedirle nunca».
Aún más, es un don que revela de la manera más íntima la naturaleza misma del misterio de la Trinidad. Encerrado en su confesonario, el corazón sencillo del Cura de Ars saborea de manera incomparable el misterio del corazón mismo de Dios. Los perdones imperfectos de los hombres parecen a veces dadivas concedidas a caro precio, hechas cuando queremos parecer buenos. El perdón de Dios es algo totalmente distinto. «Cómo podemos desesperar de su misericordia, desde el momento que su mayor gozo es perdonarnos», escribe el Cura. Por eso el tesoro de la misericordia divina es inagotable, y nadie puede computar los dones de la gracia. Como si fueran deudas que antes o después se han de pagar, y que saldamos con nuestras acciones. Porque para Dios mismo perdonar es el máximo goce. Y esto lo convierte en mendigo del corazón del hombre. «Su paciencia nos espera», asegura el santo Cura de Ars. Más aún: «No es el pecador el que vuelve a Dios para pedirle perdón, sino Dios mismo quien va tras el pecador y lo hace volver a Él».

lunes, 6 de enero de 2014

Saxum: un proyecto ilusionante en Tierra Santa




En 1994, El Venerable  Mons. Álvaro del Portillo, el más estrecho colaborador de San Josemaría y su primer sucesor, hizo la peregrinación a Tierra Santa en acción de gracias. El 23 de marzo de 1994, tan sólo unas pocas horas después de haber regresado a Roma desde su peregrinación, Dios llamó a  Mons. Álvaro del Portillo a su presencia.  Había celebrado su última Misa en la tierra en la Iglesia del Cenáculo (ad Coenaculum) en Jerusalén.

Ese mismo año, inspirado por el deseo de San Josemaría y en memoria de  Mons. Álvaro del Portillo, fieles del Opus Dei, junto con algunos cooperadores y amigos, comenzaron la búsqueda y planificación de la futura Casa de Retiros y del Centro de Recursos Multimedia en la Tierra Santa.

En 1939 San Josemaría había comenzado a llamar a Mons. Álvaro del Portillo Saxum —roca en latín— por su fidelidad y fortaleza. Al dar este nombre a la Casa de Retiros, los promotores desean manifestar su agradecimiento a  Mons. Álvaro del Portillo por su vida de servicio a la Iglesia.

domingo, 5 de enero de 2014

Franz Liszt: In Nativitate Domini ad Matutinam





Franz Liszt tuvo renombre en la Europa del siglo XIX por su habilidad como pianista virtuoso. En la década de 1840 fue considerado por algunos como quizás el pianista más grande de todos los tiempos . Liszt también fue compositor, profesor de piano y director de orquesta .
 Benefactor de otros compositores , entre ellos Richard Wagner, Hector Berlioz , Camille Saint- Saëns , Edvard Grieg y Alexander Borodin . Como compositor dejó tras de sí un cuerpo extenso y diverso de trabajo en el que influyó en sus contemporáneos a futuro y anticipó algunas ideas y tendencias del siglo XX, algunos consideran la "Sonata en B menor" como una de sus mejores composiciones, no siendo menos desconocida sus "Rapsodias Hungaras" y no menos conocidos los "Nocturnos" . Tambien compuso tres conciertos para piano y orquesta pero quiza lo que ya no es tan conocido de Litz, es su faceta como compositor de música religiosa, su obra maestra en este ambito fue sin duda el oratorio "Christus" escrito a lo largo de una decada,  Listz profesó en el convento de Petz, lugar donde su padre lo habia llevado en su juventud, en la Orden Franciscana Seglar:

"El amor me ha salvado de mí mismo, el arte me ha salvado del amor, la religión me ha salvado del arte, porque todo pasa, excepto Dios"(Frank Listz).

Este "In Navitate Domini" de su oratorio , quiero que sea para vostros mi regalo de Reyes junto con lo que de Listz escribio Camille Mauclair, en su ensayo de 1938: "El heroísmo de Liszt":

"Liszt quiso servir y no ser servido. Hoy sabemos que fue un héroe y un santo. Fue el hombre todo caridad y amor, que ignoró el odio y se olvidó de su yo, sofocó su grandeza y murió piadoso y pobre. Sus obras maravillosas pertenecen a la música, pero el ejemplo de Liszt pertenece a toda la humanidad"

viernes, 3 de enero de 2014

Vicente Ferrer






El proximo jueves (9 de enero a las 22:30) Television Española emitira la pelicula "Vicente Ferrer".Vicente Ferrer nacio en Barcelona, 9 de abril de 1920 y fallecio en Anantapur, 19 de junio de 2009.
En su juventud entra a formar parte de la Compañía de Jesús con la ilusión de cumplir su mayor deseo y desarrollar su vocación: la de ayudar a los demás.
En 1952, llega a Mumbai como misionero jesuita para completar su formación espiritual, y allí mantiene su primer contacto con la India. A partir de entonces, dedicará su vida a trabajar para erradicar el sufrimiento de las personas más pobres de ese país.
Lamentablemente, su labor genera muchas suspicacias entre los sectores dirigentes, que ven en él una amenaza a sus intereses y consiguen una orden para expulsarle del país. Ante este hecho, más de 30.000 campesinos y campesinas, secundados por intelectuales y una élite política y religiosa india, se movilizan en una marcha de 250km, desde Manmad hasta Mumbai, para protestar por esa orden de expulsión.
En una entrevista con Vicente, la entonces primera ministra india Indira Gandhi reconoce su gran labor y se compromete a buscar una solución. Como garantía envía este salomónico telegrama: "El padre Vicente Ferrer se irá al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien recibido otra vez en la India."
En 1968, Vicente abandona la India, rumbo a España. Tres meses después consigue el visado de nuevo, gracias al interés personal de Indira Ghandi y se instala en Anantapur (Andhra Pradesh), ante la prohibición de hacerlo en Maharashtra. A su llegada a la árida región, una de las más pobres del país, retoma su lucha y vocación de ayudar a las personas más desfavorecidas. En 1970 deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien se convertirá en su esposa unos meses más tarde, Anne Perry, la