martes, 16 de marzo de 2010

El sueño del diputado

Déjame, mamá, que soy
Diputado del Congreso
Y si falto a las sesiones
Ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
Acudir cuando se vota,
Que los diputados somos
Ovejitas de un rebaño
Para votar lo que digan
Y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía,
Yo no sé por qué te inquietas
Si por ser culi parlante
Cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
De verdad, mamá, no insistas,
Es conseguir otra vez
Que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
Ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,
Cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
Fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!
 

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