Sobran las palabras, en visperas de la Navidad Cristiana, el Congreso de España aprueba una ley injusta. Señoras y Señores diputados complices, YO OS ACUSO, Señora ministra de Igualdad, YO LA ACUSO. Señor Presidente del Gobierno de España, YO LE ACUSO. Dios no pierde batallas, la responsabilidad es individual...cada palo que aguante su vela.
A la denominada Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Intervención Voluntaria del Embarazo se opusieron los diputados del PP, Coalición Canaria, los cuatro de Unió Democrática de Cataluña, cuatro de los seis parlamentarios de Convergencia, y los representantes de UPN y UPyD. En total sumaron 158 votosela.
el proyecto final –resultado de las enmiendas de siete grupos parlamentarios– no sólo incluye el aborto libre hasta la semana 14, sino que aligera los requisitos necesarios para poder abortar hasta la semana 22 alegando malformación del feto o riesgo psíquico para la madre. En la norma respaldada por la Cámara Baja se dice que basta el dictamen de un médico, en lugar de dos, para justificar el aborto, modificación propuesta por IU y ERC, que permite mantener en idénticos términos de la ley actual el «coladero» por riesgo psíquico de la madre hasta la semana 22.
En cuanto al punto más polémico de la reforma, el de dar posibilidad de abortar a partir de los 16 años sin necesidad de informar a los padres, también fue enmendado, pero no solucionado, pues aunque el texto exige ahora informar a al menos uno de los dos progenitores de la menor, bastará que la chica alegue verbalmente un conflicto familiar para que no haya necesidad de informar a ninguno de los padres.
Otro ajuste que ha sufrido el redactado original se refiere a la obligatoriedad de incluir la formación en la práctica de abortos en el currículum de los estudios de Medicina y Enfermería, un polémico asunto que abre un nuevo terreno para la objeción de conciencia a estudiantes y facultades de Medicina y Enfermería –las universidades de Navarra y CEU ya han mostrado su negativa a impartir estas enseñanzas–.
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el proyecto final –resultado de las enmiendas de siete grupos parlamentarios– no sólo incluye el aborto libre hasta la semana 14, sino que aligera los requisitos necesarios para poder abortar hasta la semana 22 alegando malformación del feto o riesgo psíquico para la madre. En la norma respaldada por la Cámara Baja se dice que basta el dictamen de un médico, en lugar de dos, para justificar el aborto, modificación propuesta por IU y ERC, que permite mantener en idénticos términos de la ley actual el «coladero» por riesgo psíquico de la madre hasta la semana 22.
En cuanto al punto más polémico de la reforma, el de dar posibilidad de abortar a partir de los 16 años sin necesidad de informar a los padres, también fue enmendado, pero no solucionado, pues aunque el texto exige ahora informar a al menos uno de los dos progenitores de la menor, bastará que la chica alegue verbalmente un conflicto familiar para que no haya necesidad de informar a ninguno de los padres.
Otro ajuste que ha sufrido el redactado original se refiere a la obligatoriedad de incluir la formación en la práctica de abortos en el currículum de los estudios de Medicina y Enfermería, un polémico asunto que abre un nuevo terreno para la objeción de conciencia a estudiantes y facultades de Medicina y Enfermería –las universidades de Navarra y CEU ya han mostrado su negativa a impartir estas enseñanzas–.
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Una desgracia.
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