sábado, 19 de diciembre de 2009

Preparando la navidad:El sufrimiento es un misterio que solamente desde la fe se ilumina.


Se acerca la Navidad, ya está aquí, pero necesitamos buscar el sentido , la esencia de la Natividad. Dios se hace hombre y viene a decirle al hombre lo que el hombre es. Este testimonio que acompaño ayudará a esta busqueda de cada uno:

"En primer lugar, permitidme que me presente: me llamo Jesús Muñoz 32 años y soy sacerdote católico de la diócesis de Toledo, España. En el año 1996 estuve de misionero en Bolivia como catequista itinerante de la Comunidades Neocatecumenales.Al volver a España para descansar y tener unas vacaciones me diagnosticaron un cáncer colo-rectal con metástasis hepática.He sido sometido a varias operaciones: me extirparon el ano, el recto y 30 cm. del colon, y me hicieron un ano artificial. Posteriormente me quitaron una cuarta parte del hígado. También he sido sometido a otras operaciones de menor consideración. He sido sometido a tratamiento de radioterapia y actualmente estoy en tratamiento con quimioterapia.Llevo ya tanto tiempo que el cuerpo se deteriora y por esta razón no puedo viajar, ni muchas veces salir de casa. Bueno, aunque es aceptable mi calidad de vida, varía mucho de mes en mes e incluso de día a día. Nunca es igual, es imprevisible cómo me voy a encontrar a la mañana siguiente. Es un misterio.

El sufrimiento es un misterio que solamente desde la fe se ilumina.

El tiempo pasado en Bolivia fue fantástico. De niño siempre quise ir a las misiones y el Señor me lo ha concedido. Fue un tiempo de renovación sacerdotal, pues yo era un "burgués". No me preocupaba de nada, salvo de mí mismo. Sin santidad, sin intimidad con el Señor ni con su Palabra, sin oración asidua. Muy despreocupado por la liturgia y por quien me tocaba pastorear. No era capaz de morir por nadie. Pero, aparecía ante los feligreses como muy trabajador, preocupado por las cosas, buen cura, humilde... Mentira todo. Pues soy un egoísta y un orgulloso, que sólo me busco a mí en lo que hago. Un cura de pueblo que sólo hace cosas; pero no lleva el evangelio a su pueblo. Y apegado al dinero, pues lo último que hice antes de salir para Bolivia fue dar clases en un instituto de enseñanza secundaria y tener una nómina abultada. Pues, el mayor peligro para un cura es el dinero -también para cualquier cristiano-. "Por que la raíz de todos los males es el afán de dinero" (1Tm 6,10)

Pero los milagros que he visto en la evangelización y sobre todo mi equipo de evangelización me ayudaron mucho. Me corrigieron a tiempo. Siempre con cariño o, mejor aún, con amor evangélico. No siempre recibía las correcciones con agrado: mi egoísmo y el ser educado para ser el primero en todo, y un líder como cura, se manifestaba con toda claridad.

Ciertamente que les estoy muy agradecido, ha sido un segundo seminario de formación. Una regeneración sacerdotal.En definitiva tener que pasar por la puerta de la humildad, la cual yo rehusaba. Ver mis pecados con una claridad que antes me estaba velada. Y rezaba al Señor que si yo era un lastre para la evangelización, que si iba a añadir problemas a los que ya había en la misión que me retirase de ella. ¡Y cómo lo hizo! El Señor, también me lo concedió.El Señor siempre me ha concedido lo que le he pedido de todo corazón. El siempre se abaja para escuchar al afligido y al atribulado, y a la oveja perdida siempre la trata con mayores entrañas de misericordia.Dios siempre provee, no deja solo al desvalido, siempre abre puertas allí donde parece que se cierran.

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